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Luis Vives, de alta capacidad

In Educación Especial, Número 2, Reportajes on 3 febrero, 2011 at 23:46

LUIS F. BONILLA/ Elche- Pablo ingresó en el ingresó en la clase de infantil de 5 años en el colegio Luis Vives de Elche con dos años de adelanto. Pronto sus profesores se percataron de que es un chico especial, a pesar de su edad, es el mejor con diferencia de su clase. Cuando pasa a primero de EGB y vistas sus cualidades, el director acude al mismo Ministerio de Educación en Madrid para tratar de dar una salida viable a tamaño talento. La respuesta de la Administración es que repita curso, entonces no se permitía la flexibilización en las escuelas, por lo que el chico debía estar con los niños de su edad. En su segundo año del primer curso Pablo, frustrado, empeora su rendimiento drásticamente y su profesor acude a dirección con una gran preocupación. El docente, desconocedor de las circunstancias especiales y de la edad del niño expone que estamos ante un caso de deficiencia que debía ser tratado por el psicólogo. Hoy Pablo es el ingeniero de caminos más joven de España y el primero de su promoción.

Éste es sólo un ejemplo de cómo el sistema escolar español desecha el talento y lo desaprovecha por culpa de la falta de capacitación de muchos profesores por culpa de una formación del todo deficiente en ese aspecto.

Se considera que una persona es superdotada cuando su CI supera los 130 puntos, pero como apuntan muchos expertos, esto muchas veces no es más que un número que sirve de referencia. La sobredotación en niños es un campo que, tradicionalmente ha sido dejado de lado por parte de las administraciones, que concentran sus esfuerzos en ayudar a los estudiantes por debajo de la media y dejan escapar a los futuros genios.

El Colegio Luis Vives de Elche lleva más de 6 años trabajando con niños con altas capacidades en un sistema que, gracias al esfuerzo y el tesón de los docentes y pedagogos del centro, está dando brillantes resultados.

“Nuestra filosofía es la de primar lo social” apunta Cari Pomares, pedagoga del Luis Vives y una de las piezas claves en este proyecto. “Preferimos no flexibilizar (N. del R: Adelantar de curso) a los alumnos, creemos en que ampliar los conocimientos dentro de su nivel es más efectivo”. El programa del Luis Vives se basa en involucrar a todo el colegio para que los niños con altas capacidades se vean beneficiados a la vez que sube el nivel general de la clase.

Desde hace años han puesto en práctica una serie de prácticas docentes encaminadas a explotar las cualidades de los superdotados.  “Tenemos programas de enriquecimiento curricular”, explica Cari, “Todos los niños tienen acceso a un aula de recursos con pizarras digitales donde aprenden a usar el ordenador, además tenemos clases de inglés oral y PAI”.

Para detectar a este tipo de alumnos el Luis Vives realiza unas pruebas a los niños de 1º que sirven para diagnosticar a todos los alumnos del colegio, luego estas pruebas se repiten en 4º para hacer un seguimiento de las evoluciones de cada alumno. Además de los clásicos test de inteligencia Pomares explica que se realizan sociogramas para saber que piensan los alumnos del resto de sus compañeros o pruebas de autoconcepto. Además el Luis Vives es pionero en implantar, dentro de la asignatura de Educación Física, el ajedrez como materia curricular en 3º y 4º de primaria y aseguran que los resultados son espectaculares.

“La tarea más complicada cuando hablamos de las altas capacidades es la detección” esa es la labor del psicólogo del centro, Iván Nofuentes. “Al superdotado se tiende a darle más trabajo, pero esto es un error”, la cualidad del programa del Luis Vives está en crear un ambiente de trabajo óptimo para los alumnos con mayor rendimiento (no sólo los superdotados) a la vez que se logra no destacar ni señalar a los niños con altas capacidades como “bichos raros”.

El fracaso es cosa de película

Muchas veces se ha retratado al superdotado como un alumno fracasado escolarmente, sólo hay que ver el Indomable Will Hunting (1997) o el aclamado documental Al este de la campana de Gauss donde las experiencias mostradas señalan prácticamente como un problema el tener una alta capacidad.

Lejos de este tópico, los niños con altas capacidades del Luis Vives, tal y como apunta Cari Pomares “son líderes en sus grupos” y resalta “suelen ser chicos muy populares gracias a su ingenio “.

Amado del Río es padre de una chica de 15 años con un cociente intelectual de 137. Su vida como padre ha sido un constante asombro ante el talento de su hija “con 5 años ya destacaba”, siempre muy curiosa la hija de Amado lograba superarles año tras año debido a la gran madurez intelectual que muestran estos niños. Sin embargo, Amado rechaza de plano la concepción de cerebrito cuando habla de su hija, “es una chica popular y perfectamente normal”. Amado también está en contra de la aceleración de curso ya que esto, que a corto plazo puede parecer beneficioso, supondría un desfase irrecuperable cuando se llegara a la edad universitaria cuando los jóvenes son más maduros intelectualmente, “no se gana nada separándole de los compañeros, hay que motivarles y darles un poco más”

La crítica de los padres de los niños superdotados hacia el sistema escolar es unánime. La falta de recursos y la aparente despreocupación de la Administración hacia el talento de estos niños es un tema que preocupa tanto a docentes como a los progenitores. Los niños con altas capacidades sean, probablemente, los grandes líderes del futuro y un sistema demasiado restrictivo encorseta, muchas veces, a unos educadores con ganas de trabajar y a los alumnos ávidos de aprender a aprovechar sus capacidades

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